Sabiduría Hindú | Caminos de Sabiduría

Sabiduría Hindú | Caminos de Sabiduría
Sabiduría Hindú Antes de juzgar a una persona, camina tres lunas con sus zapatos. En el camino de la vida podrás transitar por el sendero de la sabiduría. Si de él sales convencido de no saber nada, es que has aprendido mucho. Cuando las olas se han aquietado y el agua está en calma, entonces se refleja la luz y se puede vislumbrar el fondo. La palabra debe ser vestida como una diosa y elevarse como un pájaro. Aquel que reconoce la verdad del cuerpo puede entonces conocer la verdad del universo. Cuando hables, procura que tus palabras sean mejores que el silencio. Solo se tiran piedras contra el árbol que da frutos. Los objetos externos son incapaces de dar plena felicidad al corazón de las personas. Creer que un enemigo débil no puede dañarnos es creer que una chispa no puede causar un incendio. La vejez empieza cuando los recuerdos pesan más que las esperanzas. Es de hipócritas decir que amamos a la humanidad en su conjunto y odiar a quienes no adoptan nuestros puntos de vista. Si deseas ser feliz, tienes que desear ver a otros felices también. Una persona sólo posee lo que no puede perder en un naufragio. El que antes de su muerte ha plantado un árbol, no ha vivido inútilmente. El bien que hicimos la víspera es el que nos trae la felicidad por la mañana. Aprendo mientras vivo. Cuando todo está perdido aún queda la esperanza. Un libro abierto es un cerebro que habla; cerrado, un amigo que espera; olvidado, un alma que perdona; destruido, un corazón que llora. El corazón en paz ve una fiesta en todas las aldeas. No hay árbol que el viento no haya sacudido. El árbol no niega su sombra ni al leñador. Los ríos hondos corren en silencio, los arroyos son ruidosos. ¿Qué ve el ciego aunque se le ponga una lámpara en la mano? El que no duda, nada sabe. Con mis maestros he aprendido mucho; con mis colegas, más; con mis alumnos todavía más. Yo soñaba que la vida era alegría. Desperté y vi que la vida es servicio. Serví y vi que el servicio da alegría. A los ignorantes los aventajan los que leen libros. A estos, los que retienen lo leído. A estos, los que comprenden lo leído. A estos, los que ponen manos a la obra. La tierra no es una herencia de nuestros padres sino un préstamo de nuestros hijos. La más larga caminata comienza con un paso. Cuanto más adversas sean para ti las circunstancias que te rodeen, mejor se manifestará tu poder interior. Para descubrir la inmensidad de las profundidades divinas, se impone el silencio. Yo no soy mi cuerpo; soy más. Yo no soy mi habla, mis órganos, el oído, el olfato; eso no soy yo. La mente que piensa, tampoco soy yo. Si nada de eso soy, entonces , ¿quién soy? La conciencia que permanece, eso soy. El hombre que desee estar tranquilo ha de ser sordo, ciego y mudo. La ignorancia es pasajera, el conocimiento perdura. También Dios está escondido en el océano de una gota de agua. El hacer alianza con un aliado poderoso y el crear conflicto entre enemigos potentes: estos son los medios que emplea el sabio para incrementar su propia fortuna y prosperidad. Cuando naces, todos los de alrededor sonríen y tú lloras; Vive la vida de tal forma que al morir, todos los de alrededor lloren y tú sonrías. No hay nada que detenga al hábil; no existen distancias para el fogoso; ni hay país extranjero para el erudito: el que es elocuente, no teme a nadie. La seda la tejen los humildes gusanos; de las rocas se obtiene el oro… La flor de loto crece en el fango y en la cabeza de la serpiente se encuentran las esmeraldas. El insensato que reconoce su insensatez, es un sabio; pero un insensato que se cree un sabio, es en verdad un insensato. La vida es un desafío: afróntalo; y también es amor: compártelo; la vida es sueño: hazlo realidad. El dolor es inevitable, el sufrimiento es opcional. Difícil de conseguir y más aún de conservar. Problemático tanto al perderlo como al gastarlo. El dinero es en verdad un fajo de problemas, desde el principio hasta el final. El cuervo, el cobarde y el ciervo nunca abandonan a sus hijos, pero el elefante, el león y el noble se van en cuanto huelen la deshonra. Son muchos los que tienen un lenguaje halagüeño, palabras dulces que gratifican el oído; pero aquellos que están preparados para oír la verdad desnuda, sin temor alguno, esos son en verdad rarísimos. El necio odia al hombre sabio, el pobre detesta al que es rico, el cobarde envidia al héroe, el miserable desprecia al que es generoso, y el hombre degradado no puede ni ver al virtuoso. No es tu amigo quien te favorece una vez, ni tu enemigo quien te insultó en una ocasión. La única forma de reconocerlo es saber si su corazón es sincero o falso. El que abandona lo cierto para correr tras lo dudoso, pierde lo uno y lo otro. Si tiene remedio, ¿por qué te quejas? Si no tiene remedio, ¿por qué te quejas? El fuego abrasador destruye los árboles, pero deja intactas las raíces; Sin embargo, el agua mansa las socava y las arrastra. Videos de Pexels, Pixabay y Videvo

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